Psicoterapeuta Infantil
07/04/2014
Es común encontrar en
psicoterapia a personas que son traídas por su papá y/o mamá con la referencia
de que en casa, la escuela o diversas situaciones de su vida cotidiana, tienen
ataques de ira, gritan, agreden, contestan de mala manera y hacen berrinches,
así como también es común encontrar que papá y/o mamá hacen suposiciones sobre
los motivos por los cuales su hijo o hija se enoja o dejan de interesarse en
las razones de su comportamiento para concentrarse más en el qué hacer.
Entonces ¿Qué hacer cuando mi hijo o hija se enoja?
Primero: Hay
que reconocer que la pregunta encierra en sí una dificultad: en
este Qué hacer… la necesidad apremiante que se tiene como papá
o mamá es la de recuperar el control y, para ello, la actitud que se toma es
similar a la del hijo o de la hija, gritos y agresiones verbales y/o físicas o,
por el contrario, se asume una actitud condescendiente con tal de que la
rabieta termine, evidenciando que el miedo que existe al enojo puede llegar a
ser limitante.
Segundo: Es
muy importante comprender y hacer comprender, como papá, mamá e hijo o hija,
que el enojo es un sentimiento normal (yo me enojo, tú te enojas, los
hijos y las hijas se enojan). Desafortunadamente aprendemos a reprimirlo desde
la infancia, a tal grado de hacerlo prácticamente inexistentes en el paso del
tiempo a cambio de un gran deterioro en la salud, o a tal grado de hacerlo la
propia razón para generar acciones violentas de formas directas o indirectas.
Tercero: Si
tú hijo o hija se está enojando con tal frecuencia que comienza a tener
problemas en casa, la escuela, y otros ámbitos de su vida, es muy probable que
este enojo no sea la expresión real y directa del sentimiento que guarda, sino
más bien, la evasión de los verdaderos sentimientos. Detrás de ese “pequeño
gruñón”, podemos encontrarnos con una persona triste o asustada.
¿Qué hacer?
Dos puntos importantes a
considerar al momento de encausar estas situaciones de enojo con tu hijo y/o
hija, son las siguientes:
Dale permiso de estar enojado/a. Ésta es la única forma de conocer el enojo y tomar
plena consciencia de él. Es también la mejor manera de hacer que el enojo deje
de causarme miedo (como papá o mamá) y deje de causar miedo a mi hijo o hija.
Recuerda que, si se deja de esquivar el enojo, tu mismo hijo o hija se dará
permiso de enojarse, después aprenderá a evaluar la situación para poder
decidir si expresa ese enojo directamente con la persona que lo siente, o bien,
lo descarga de alguna otra forma en privado y sin dañar a otra persona.
El enojo requiere reglas. En
familia platiquen y acuerden cuáles son las reglas para el enojo en casa. Es
recomendable decir claramente que está bien enojarse, todos los miembros
contamos con el permiso para hacerlo, sin embargo, no tenemos permiso de pegar,
gritar e insultar a las personas o a las mascotas, como tampoco tenemos permiso
de dañar el mobiliario o las cosas que pertenecen a otra persona. Es recomendable
firmar el acuerdo, tanto papá y mamá, como los hijos e hijas de la casa.
Recuerda incluir opciones de lo que sí se puede hacer, por ejemplo, ‘si te
sientes muy molesto, eres libre de ir a tu cuarto o salir al patio y tener un
tiempo para ti’. Otras opciones funcionales son: golpear la almohada, gritar
con la almohada en la boca, dibujar o escribir una carta con tu enojo y después
deshacerse de ella, etc.
Comenzar reconociendo la
responsabilidad que se tiene como papá o mamá sobre el ejemplo que se es para
el hijo o la hija en situaciones de enojo, es una de las primeras acciones que
se debe tener con claridad. Así, al momento de practicar contigo mismo estas
opciones, tus hijos e hijas las aprenderán con mayor facilidad.
María Fernanda Campos Castro
Psicoterapeuta Infantil
www.centroliber.com
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