domingo, 19 de octubre de 2014

LA FASCINANTE EXPERIENCIA DE LA ADOLESCENCIA

Nayeli Reyes González
Psicoterapeuta
06/10/2014

¡La adolescencia es la etapa de la vida más asombrosa!

Durante este periodo las personas están llenas de energía, curiosidad y un espíritu que no se extingue fácilmente. Además, con su creatividad, atrevimiento y entusiasmo, estas personas pueden cambiarlo todo de una forma impresionante, logrando que el lugar donde se encuentren  se perciba como un lugar mejor, no sólo para consigo, sino también para las quienes están a su alrededor.

La adolescencia es el momento en el que la mayoría de las funciones físicas de una persona están en plenitud (como la fuerza, reflejos, rapidez y memoria); es cuando se disfruta más el cuerpo y sus movimientos; cuando la comida sabe mejor; los olores se perciben más profundos; se le encuentra mayor ritmo a la música y el amor se siente más intenso.

Las personas en la etapa disfrutan y buscan situaciones que les hacen sentir competentes e incluso, si éstas no existen, llegan a inventarlas, rompiendo las ideas preconcebidas y logrando crear manifestaciones únicas acerca de casi cualquier cosa. Es aquí donde verdaderamente se valoran aquellas actividades que suponen un reto creciente y favorecen el desarrollo de sus habilidades: disfrutan participar en deportes, aficiones, música y reuniones con sus amistades porque esto es lo que permite crear una sensación de pertenencia y satisfacción.  

Regularmente este viaje se vislumbra por las personas adultas como agotador y confuso, en vez de revitalizador y constante, ya que son las persona que viven la adolescencia las que deciden incluirse en situaciones consideradas de riesgo por diversas razones: por querer liberarse de un entorno aburrido y sin retos, por el deseo de hacer cosas excitantes y peligrosas de las que pueden estar orgullosos, o por probar sus habilidades en un contexto que supone un desafío. Pero la realidad es que este momento es en donde se vuelven más fuertes e independientes porque se trata de un periodo en el cual se muestran espontáneas, creativas y llenas de ilusiones y deseos de cambiar aquello que les desagrada; es la época de la vida en que se comparte todo lo que se posee sin esperar nada a cambio.

¿Por qué no miramos la adolescencia como un juego? Si lo hiciéramos nos daríamos cuenta que  las personas juegan con ideologías, juegan con la sexualidad, juegan con pseudoadicciones (que cumplen para ellos la  función de diferenciarse del otras personas), juegan a tomar riesgos y juegan a ser grandes, incluso antes de sentirse como tal.

Te invito a cambiar la perspectiva negativa y catastrófica de esta etapa, y mejor trabajemos por  apoyar y acompañar a estas personas en el disfrute de la misma pues de aquí podremos salir muy enriquecidas.

Nayeli Reyes González
Psicoterapeuta 
www.centroliber.com 


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